top of page

Muestra de la Clínica 2020

 

La Clínica de Umbral es un espacio de reflexión sobre el hacer, de encuentro desde las producciones, de sumatoria de ideas, de trabajo colaborativo, de búsquedas diversas, de amplitud de miradas, de transmisión de saberes. La Clínica nos da la posibilidad de hacernos preguntas y buscar nuevas alternativas de acercamiento a las obras desde la propia creación. Es una manera de entender el arte desde la apertura de múltiples entradas a profundizar caminos propios, a entender las búsquedas de cada integrante del grupo y a emprender rumbos a veces inesperados.

 

Esta muestra fue realizada a fines de 2020 para compartir la producción individual y colectiva de ese año tan particular.

La primera parte de esta muestra virtual incluye los proyectos y procesos de cada artista, los que fuimos compartiendo a lo largo del año. En algunos casos las propuestas están bien avanzadas o cerradas, en otros son avances que tendrán más adelante su propio recorrido. Propusimos un formato en común para los epígrafes, estructurado de la siguiente manera: título -  1 cita - 4 conceptos - 1 pregunta. Los textos se incluyen con cada obra; se puede hacer click en cada una para verla ampliada.

Soledad Belcuore

Marcela De Cock

Silvia Bonder

Valeria Erlijman

Alejandra Challú

Ale Filo

Sandra Furman

Maga Galicchio

Elena García

Virginia Granja

Luciana Lagorio

Paula Peltrin

Clara Ortiz

La segunda parte de esta muestra virtual corresponde a la bitácora. La Bitácora es un formato que creamos este año para acompañarnos desde la creación de propuestas en común. En abril mandamos un primer mail que decía: “La idea es pensar y habitar este nuevo estar, este aislamiento. La propuesta trata de estar conectadas estos 15 días que nos separan del próximo encuentro de Clínica a través de crear cada una en su casa, pero sabiendo que todas estaremos gestando sincrónicamente”.

Hicimos 9 propuestas con diversos formatos: desde la sumatoria de imágenes, desde la fotografía, desde el video, desde el sonido y desde el texto.

 

Para esta muestra seleccionamos dos entregas. Se pueden ver videos que compilan las obras de cada una, e incluimos los instructivos: 

Narraciones objetuales

La propuesta parte de la elección de un objeto que tiene que tener algunas características particulares. Debe ser: pequeño, estable, no ser frágil, personal (hecho o recogido por ustedes o comprado o ser un regalo y tener un significado particular), bi o tridimensional.

La idea es ubicar al objeto en diversos lugares (de la casa y/o del exterior) y ponerlo en diálogo (por empatía, contraste, discordancia, semejanza, extrañeza o las relaciones que encuentren) con ese nuevo espacio. Allí puede encontrarse con nuevos objetos, pero debe visualizarse siempre.

Pueden o no agregar algún texto. Elijan los puntos de vista y los encuadres que necesiten. El objeto habitará entre 5 y 10 espacios diferentes, y a través de esos lugares en que los coloquen, se generará una narración. Eso significa que el orden en que los muestren también es importante

Colecciones privadas

La propuesta parte de seleccionar una colección propia (de objetos, de fotos, de dibujos, de libros, etc.) y clasificarla creando un listado de catalogación específico.

 

El sentido de la colección debe entenderse como un conjunto de cosas de la misma clase reunidas por determinado interés y clasificadas bajo un único sistema de organización.

Presentar entre 6 y 8 fotos de diversas piezas de la colección y la ficha de una de ellas (en el formato que cada una prefiera).

La parte final de esta muestra virtual incluye las acciones urbanas colectivas y sincrónicas.Aquello que comenzó en marzo como una propuesta de trabajo virtual pasó a la calle a principios de octubre. La propuesta fue salir todas, el mismo día y hora, a intervenir los diferentes lugares donde habitamos. La idea de la sincronía nos permitió sabernos deambular al mismo tiempo, explotar el whassap de imágenes y vibrar juntas.

Para eso partimos de la idea de que el arte es callejero no sólo cuando es mostrado en el exterior sino cuando es pensado para modificarlo, para dialogar con el transeúnte ocasional activándolo, para producir una propuesta efímera y a la vez contundente. Muchas veces el arte callejero se vuelve participativo, colectivo  y/o colaborativo, a partir de propuestas que involucran al público y plantean el intercambio, la conexión,  la interacción, la reciprocidad tanto entre los participantes como con el  espacio a accionar  y el contexto social donde intervenir.

#LaCalleTeDaMásDeLoQueTeQuita

#VolveremosAAbrazarnos

umbral
  • Facebook App Icon
bottom of page